En Puerto Rico, como en gran parte del mundo, la COVID-19 está agravando los riesgos que enfrentan los grupos vulnerables. Los equipos de Médicos Sin Fronteras / Doctors Without Borders (MSF) trabajaron con organizaciones comunitarias y proveedores de salud locales para ofrecer asistencia médica a quienes más la necesitan. Ofrecimos atención primaria domiciliaria, así como un seguimiento a pacientes positivos a COVID. Durante cuatro meses, brindamos consultas médicas a más de 1,200 pacientes, en su mayoría adultos mayores que padecen de afecciones crónicas que pueden hacerlos aún más vulnerables al COVID-19.
A finales de septiembre, MSF entregó las actividades médicas a Puerto Rico Salud (PRS), una organización local formada por cuatro miembros de nuestro equipo que buscan llevar a cabo esta labor vital. Rolando Betancourt, quien trabajó con MSF como enfermero y es cofundador de la nueva organización, dijo que se sintió personalmente conmovido al ver cuántas personas luchaban por sobrevivir sin acceso a los servicios básicos de salud. “Nos propusimos encontrar la manera de poder continuar haciendo el mismo trabajo, con los mismos estándares de calidad,” dijo, “para llegar a las personas que lo necesitan durante más tiempo”.
Los equipos médicos móviles de MSF viajaron a comunidades aisladas y marginadas, como Buen Consejo en Rio Piedras, Puerto Rico. “Hay una gran población que está envejeciendo y que está prácticamente sola,” dice el enfermero de MSF Rolando Betancourt. “Muchas casas no tienen agua potable ni servicios básicos de saneamiento”.
El médico de MSF, el Dr. Jonathan Caldera, visita la casa de un paciente en Río Piedras para una consulta médica. “Antes de la pandemia, el sistema de salud tenía muchos problemas. Había personas que ya estaban necesitadas de servicios de salud en nuestra comunidad y cuando llegó la pandemia, se volvió mucho más difícil para ellos,” dice el Dr. Caldera.
MSF trabajó con organizaciones locales y líderes comunitarios para identificar a las personas que más necesitan atención, como las personas mayores con afecciones crónicas que las hacen aún más vulnerables al COVID-19.
La Dra. Africa Stewart (izquierda), obstetra-ginecóloga y presidenta de la junta de MSF-USA, visitó al equipo en septiembre para aprender más sobre sus actividades médicas. “La forma en que estamos llegando a los pacientes aquí en Puerto Rico es acercándonos a los líderes comunitarios…. Todo lo que teníamos que hacer era preguntar."
El equipo médico móvil de MSF evalúa a un paciente durante una consulta a domicilio en Humacao. “Tenemos pacientes que tienen necesidades médicas [crónicas], que viven solos, que están postrados en cama,” dice el Dr. Jonathan Caldera (izquierda). "Estamos aquí para brindar esta atención médica, llegando a sus hogares de manera segura para acortar las brechas".
El enfermero de MSF, Omar Martínez, muestra a un paciente cómo lavarse bien las manos durante una visita domiciliaria en Río Pedras.
El enfermero de MSF Rolando Betancourt (izquierda) y el médico de MSF, el Dr. Jonathan Caldera (derecha) brindan una consulta médica al aire libre a un paciente en Arecibo, donde MSF se asoció con una organización local, Ángeles Anónimos, para brindar servicios médicos móviles a comunidades marginadas.
Las personas sin hogar a menudo sufren heridas como resultado de vivir al aire libre expuestas a las condiciones climáticas. La falta de acceso a suministros básicos como agua y jabón los pone en mayor riesgo de contraer la COVID-19.
Los artistas del Colectivo Moriviví crearon este mural callejero en San Juan, encargado por MSF. “Para nosotros era importante ... abordar también el tema de la empatía”, dice la artista Sharon González. Los murales incluían mensajes alentadores como "Cancelemos los planes, no a la humanidad" y "El distanciamiento es físico, no social."